29 de septiembre de 2009

LUNA ☾


Y ahí, a lo lejos, ahí está… brillando como nunca.

Brilla y parece que se ríe.

¡Brilla, necia! Brilla y finge queno has hablado mil noches conmigo,

Brilla y dime que no has llorado al verme sufrir.

Tú, que haces gala de ser la másdeseada, no eres de nadie.

Todos te sueñan, todos te piden,todos te anhelan, pero tú, tan inmensa y brillante,eres la más orgullosa de todas.

Testigo de amores y desamores,de noches de pasión, de encuentros,de despedidas…

Ahora estamos cara a cara, ¡Brilla y ríete!

Acaricia las nubes, dama de la noche, y finge que nada te importa,que no me has visto llorar.

Tú, la más grande y radiante, menguas.

Y al menguar, reposo junto a ti y sonrío, ahora soy yo quién sonrío.

Esta noche has sido mía...









Un pequeño homenaje al título del blog

y un gran símbolo.

22 de septiembre de 2009

Y A VECES, MENOS ES MÁS


Suele pasar. A veces lees un libro, ves una película o escuchas una canción y ya está. Ya nada vuelve a ser como antes. Ese frase, esa palabra, esa letra marca un antes y un después. Eso me ha pasado hoy. Ha habido una escena de la película de "El curioso caso de Benjamin Button" que me ha marcado especialmente. Un relojero, después de perder a hijo en la guerra, fabrica un peculiar reloj que será colgado en las paredes de la estación de la ciudad. La peculiaridad es que las manecillas van hacia atrás. Ésta es la justificación que da el relojero: -"He hecho que ande así para que tal vez los chicos que hemos perdido en la guerra puedan ponerse en pie y regresar a casa. A casa para labrar, trabajar, tener hijos. Para vivir vidas largas y plenas. Tal vez mi propio hijo regrese a casa. Si he ofendido a alguien pido disculpas". El tiempo debería ir así. De más a menos. De viejo a joven. De hecho a deshecho. Lo perdido, recuperado. Lo que acaba, que empiece. Los mejores años estan en la juventud, pero los considerados sabios habitan en la vejez. Es decir, cuando alcances el punto máximo de sabiduría, cuando hayas acumulado un montón de experiencias, cuando hayas vivido tanto como para escribir un libro, se acabó. No debería ser así. Al igual que Benjamin deberíamos nacer viejos, para que conforme vaya pasando la vida, vayan desapareciendo los arrugas y los males propios de la tercera edad y gozar así de buena salud y un cuerpo joven. Pero no nos engañemos. Vives lo mismo, sólo que mejor. Todo tiene su curso, es ley de vida. Pero... ¿qué pasaria si las manecillas del reloj fueran hacia atrás? Pero siempre todo vuelve al punto inicial. Todo vuelve a cero. Da igual como nazcas o como mueras, lo que importa es como vivas y el sentido que le des. Todo lo demás no importa. Que nunca te convenzan de lo contrario. Porque al final, te das cuenta que más es menos. Pero también que menos... es más.