26 de julio de 2009

LO POCO QUE SÉ DE LA VIDA (R.MEJIDE)


"Lo poco que sé de la vida está en los libros que nunca leo. Lo poco que sé de la vida está en las líneas que no escribí. Lo poco que sé de la vida se cuenta tomando un café, se entiende tomando una copa y se olvida tomando dos.Que nadie se me emocione ni albergue falsas esperanzas, porque con lo poco que sé de la vida, a duras penas se llena un corazón, por pequeño que sea. Sí, sobrino, va por vos.Empiezo por lo que sé con toda seguridad. Sé que, con suerte, te vas a morir unavez. Así que procura no morirte más veces por el camino. No hay nada peor que esa gente que se va muriendo antes de morirse del todo. Para evitarlo, te regalo un método infalible. Mientras tú vayas decidiendo, todo está bien. El día que dejes de decidir, ese día, cuidado, porque la habrás palmado un poco.Ten siempre más proyectos que recuerdos, es la única forma que conozco de mantenerse joven. Olvídate de la patraña esa de ser feliz, yate puedes dar con un canto en los dientes si llegas a ser el único dueño de tus propias expectativas.Que un euro se ahorra, y un polvo se pierde. Para siempre. Que hay que dedicarse a algo de lo que jamás te quieras jubilar.Por mucho que te cueste pagar las facturas. Por mucho que en las reuniones de antiguos alumnos te miren mal. Es mejor dedicarse toda una vida a algo que te divierte pese a no llegar a fin de mes, que pasarte un solo día trabajando únicamente por dinero.Entre lo poco que sé de la vida, también te diré que nada de todo esto vale la pena sin alguien que te haga ser incoherente. Ni flores, ni velas, ni luz de luna. Ése es el verdadero romanticismo. Alguien que llegue, te empuje a hacer cosas de las que jamás te creíste capaz y que arrase de un plumazo con tus principios, tus valores, tus yo nunca, tus yo qué va.Ojalá ames mucho y muy bueno, incluso a riesgo de ser correspondido. Que te despojen de todo, que hagan jirones de tus ganas y que te veas obligado a remendarlas con el hilo de cualquier otra ilusión. Que desees y seas deseado, que se frustren todas tus esperanzas y que acabes descubriendo que la única forma de recobrar el primer amor, que es el propio, es en brazos ajenos.Dos emociones inútiles asociadas al pasado, arrepentimiento y culpa, y una emoción inútil asociada al futuro, la preocupación. Cuanto antes de desprendas de las tres, antes empezarás a apreciar lo único que tienes.Qué más. Ah sí. Sé que al menos un amigo te va a traicionar, otro será traicionado por ti, y que te pongas como te pongas, los que no hayas hecho antes de los 30, ya jamás pasarán debuenos conocidos. Cuenta sólo con los tres principales, porque a partir de ahí, todo es mentira.Para terminar, y hablando del tema, déjame que te presente a tu mejor enemigo. Se llama miedo. Quédate con su cara, porque va a estar jodiéndote de ahora en adelante. Miedo al fracaso. Miedo al qué dirán. Miedo a perder lo que tienes. Miedo a conseguirlo. Miedo a saber poco de la vida. Miedo a tener razón. "


*Artículo de Risto Mejide publicado en la sección 'Hartículos' del diario ADN.


Simplemente genial.

1 de julio de 2009

EXISTO, LUEGO... SIENTO


Todo en esta vida es relativo, incluso la propia existencia. La falta de sueño, los ratos muertos, los tiempos de espera... cualquiera de estos momentos es bueno para dejar de mirar para afuera y mirar adentro. Es algo que llevo días pensando... "me he acostumbrado a existir y no sé hacer otra cosa que vivir". Sé que es algo que no se debería pensar... pero es un tema que me agobia. El azar rige y gobierna nuestras vidas. Cada decisión, cada pequeña e insignificante decisión que tomemos puede ser clave e incluso determinante. Desde el momento en que abres los ojos por la mañana hasta que te acuestas, todo, absolutamente todo son decisiones. Incluso cuando decides no hacer nada estás decidiendo. Una de las cualidades del ser humano... elegir. Elegir tomar un camino u otro. Estar con esta persona o aquella otra. Decir la verdad o mentir. Querer u odiar. Me he acostumbrado a hacer este tipo de cosas. Sonreír, llorar, pensar, soñar, correr, saltar, caminar... A veces pienso como sería mi vida sin mí. Supongo que mi vida dejaría de ser mía. Pero la vida, en general, seguiría como hasta ahora; el sol saldría cada mañana, los niños continuarían jugando en el parque, el olor a café perfumaría los bares a primera hora, los abuelos seguirían leyendo el periódico sentados en un banco... y es justo eso lo que me agobia. Que todo seguiría su curso, que el mundo no se detiene para nadie y el espectáculo debe continuar. Mi vida no sería la misma, sobretodo porque ya no sería mía... Mientras algunos quedarían marcados por mi ausencia, otros ni siquiera sabrían nunca que me encantan los besos en la frente... Pues eso, la moraleja es que nadie somos imprescindibles en esta máquina llamada vida que no para nada...
Ojalá algún día se pueda decir "siento, luego existo", pero de momento, sólo podemos existir para luego sentir.







Un tema que, para mi gusto, pone los pelos de punta...